
Un altar, en términos genéricos, es un lugar
donde una persona se consagra y se
encuentra en oración y profunda
comunicación con Dios y la Virgen.
Debe estar diseñado con la dignidad y
belleza correspondiente para nuestra Madre
Auxiliadora. El altar ha de ser práctico para
que cumpla con la función de ayudarnos a
orar en familia.