Qué hermoso es tener la certeza que el Señor nos ama, nos ve con
ternura, con misericordia, pues somos sus hijas e hijos; Él no nos abandona
en nuestras dificultades.
Este viernes, en este viacrucis es Él quien nos recuerda en su Palabra
el primer mandamiento de todos: «Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu
corazón, con toda tu alma, con toda tu inteligencia y con todas tus
fuerzas.» (Marcos 12, 30).