Conmemoración Madre Mazzarello Diciembre 2024

Madre Mazzarello peregrina hacia Belén

Madre Mazzarello, ha sido una “peregrina de esperanza” que ha buscado toda su vida, vivir unida al Señor, aprovechando toda oportunidad que la Iglesia le ofrecía, para el bien de su alma, y la de los jóvenes.

En este mes de diciembre nuestro corazón se ha de preparar a recibir tantas bendiciones veamos:

–  Dentro de unos días damos inicio a la novena de Navidad, 

– El papa Francisco está por inaugurar el año Jubilar 2025 con el tema    

 “Peregrinos de esperanza” donde antes de la misa de la noche de Navidad 

   2024, abrirá la “Puerta Santa” en Vaticano para iniciar este tiempo de 

   esperanza, Gracia y reconciliación. 

Todos son regalos de Dios, oportunidades de Salvación, ¿nos estamos preparando ante tantos  dones que nos trae el Niño Dios?, descubramos como lo hacía Madre Mazzarello…sigue leyendo.

Si lograramos trasladarnos al tiempo de Madre Mazzarello y recordar cómo se vivía el espíritu en estos tiempos de adviento y navidad en Mornés, seguramente nos impulsaría a que hoy podamos también nosotros aprovechar con entusiasmo y alegría estos tiempos de Gracia y bendición, caminando en lo que es ESENCIAL en la vida: estar unidos al Niño Jesús que está por nacer.

 

Encontramos en el libro de la Cronohistoria 2 un pequeño texto, que nos muestra el amor en la novena de Navidad de 1874, junto a Madre Mazzarello: “La novena de Navidad se distingue por un aumento de fervor: Hermanas y niñas preparan con florecillas espirituales la cuna que deberá recibir al Niño Jesús en la santa noche, y la espera de todas está animada de santo afecto. 

Se expondrá la estatuita que durante muchos años fue objeto de las más afectuosas atenciones de Don Pestarino…Era él el que la había introducido en Mornese y de cuántas industrias se había servido para hacer amar al Niño Jesús y suscitar el celo por la salvación de las almas. Ahora les toca a las hijas.

 

En la breve plática de la noche de cada día de la novena, el Director desarrolla los siguientes pensamientos: «Si la Virgen es la superiora de la casa, Jesús es el director. Dejémonos pues dirigir por él: dejemos que nos forme en la sencillez de los pastores y en la inocencia de los niños. ¿No es de ellos el reino de los cielos? Y como para ello necesita ser dueño absoluto de nuestro corazón, amemos a Jesús. Sí, bendito sea siempre el amable Jesús; sea de todos amado, pero amado con un corazón de preferencia, más aún, amado de tal suerte que todos los demás amores se apaguen en nuestro corazón».

Como vemos en Mornés era un tiempo de gozo, tiempo de júbilo, se preparaba en todas las formas, aún exteriormente y… ¿tu casa expresa ya esa alegría cristiana? ¿Está presente la Sagrada Familia, el Niño Dios en un lugar importante del hogar? …el consumismo, ha generado muchas vistosas y lindas decoraciones, pero muchas de ellas sin la presencia del Señor, no nos olvidemos que Él es el centro, es “el camino, la verdad y la vida” (Jn 14,6) sin Él la Navidad no tiene sentido, “vana sería nuestra fe” (1 Cor 15,14) amemos y mostremos al  Niño Dios que busca llenarnos nuevamente con su amor y ternura.

Por otra parte este año para todos nosotros, está marcado por el año Jubilar “Peregrinos de esperanza”, también a Madre Mazzarello le tocó vivir el año jubilar de 1875, Pío IX pudo proclamar el Jubileo el 24 de diciembre de 1874 con la bula Gravibus Ecclesiae, en este momento de la historia las tropas de Víctor Manuel II ocuparon Roma y por lo tanto no hubo apertura y cierre de la Puerta Santa, sin embargo sí se vivió en la Iglesia este tiempo de salvación.

Para nosotros el papa Francisco ha proclamado  la bula «Spes non confundit», «la esperanza no defrauda» (Rm 5,5) y nos dice:

La esperanza constituye el mensaje central del próximo Jubileo, que pueda ser para todos un momento de encuentro vivo y personal con el Señor Jesús, «puerta» de salvación (cf. Jn 10,7.9); con Él, a quien la Iglesia tiene la misión de anunciar siempre, en todas partes y a todos como «nuestra esperanza» (1 Tm 1,1).

Todos esperan. En el corazón de toda persona anida la esperanza como deseo y expectativa del bien, aun ignorando lo que traerá consigo el mañana. Sin embargo, la imprevisibilidad del futuro hace surgir sentimientos a menudo contrapuestos: de la confianza al temor, de la serenidad al desaliento, de la certeza a la duda. Encontramos con frecuencia personas desanimadas, que miran el futuro con escepticismo y pesimismo, como si nada pudiera ofrecerles felicidad. Que el Jubileo sea para todos ocasión de reavivar la esperanza. La Palabra de Dios nos ayuda a encontrar sus razones. (Bula de convocación al Jubileo ordinario #1 Papa Francisco)

Junto a Madre Mazzarello, que este adviento marque la diferencia en nuestra vida, llenémonos de esperanza y vivamos la Novena de Navidad, ayudando a otros a llegar al Niño Dios, centro esencial de una vida feliz. 

¡Feliz Novena de Navidad e inicio de año Jubilar!

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