Domingo de Ramos nos revela una gran verdad...

y también una gran contradicción.

Ora: Iniciemos este día en nombre del Señor

En este Domingo de Ramos te aclamamos Señor como Rey, 

con ramos en las manos y esperanza en el corazón. 

Sabemos que no siempre somos fieles, que muchas veces te negamos con nuestras decisiones, pero hoy queremos abrir nuestro corazón. 

En medio de nuestras luces y sombras, ven a reinar en nuestra vida. 

Enséñanos a caminar contigo, incluso cuando el camino es duro, 

incluso cuando la cruz pesa. 

Que este inicio de Semana Santa nos transforme desde dentro.

No queremos huir de la cruz, Jesús. 

Queremos caminar contigo, reconocernos en Pedro, en la multitud, 

en quienes tropiezan pero se levantan. 

Hoy, aunque frágiles, elegimos seguirte, elegimos confiar. 

Porque contigo, incluso el fracaso se convierte en victoria. 

Que este Domingo de Ramos sea el comienzo de una Pascua nueva, 

en la que Tú seas el Rey de nuestra historia. 

Llénanos de tu esperanza, Señor.

Amén.

Lee: Caminemos con Jesús

Evangelio según San Lucas  

(Lc 19, 28-40)

Jesús, acompañado de sus discípulos, iba camino a Jerusalén.

Cuando se acercó a Betfagé y Betania, al pie del monte llamado de los Olivos, envió a dos de sus discípulos, diciéndoles:

«Vayan al pueblo que está enfrente y, al entrar, encontrarán un asno atado, que nadie ha montado todavía. Desátenlo y tráiganlo; y si alguien les pregunta: «¿Por qué lo desatan?», respondan: «El Señor lo necesita»».

Los enviados partieron y encontraron todo como él les había dicho. Cuando desataron el asno, sus dueños les dijeron:

«¿Por qué lo desatan?».

Y ellos respondieron:

«El Señor lo necesita».

Luego llevaron el asno adonde estaba Jesús y, poniendo sobre él sus mantos, lo hicieron montar. Mientras él avanzaba, la gente extendía sus mantos sobre el camino.

Cuando Jesús se acercaba a la pendiente del monte de los Olivos, todos los discípulos, llenos de alegría, comenzaron a alabar a Dios en alta voz, por todos los milagros que habían visto. Y decían:

«¡Bendito sea el Rey que viene

en nombre del Señor!

¡Paz en el cielo

y gloria en las alturas!».

Algunos fariseos que se encontraban entre la multitud le dijeron:

«Maestro, reprende a tus discípulos».

Pero él respondió:

«Les aseguro que si ellos callan, gritarán las piedras».

Palabra del Señor.

Medita: Contemplemos al caminar

Descubramos al caminar

Escucha: Caminemos al ritmo del Señor

Esta es la semana para mirar a Jesús como somos:
con luces, sombras y corazón abierto.

Caminémosla con Él.

 ¡La Pascua también puede ser nuestra victoria!

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