Conmemoración Madre Mazzarello Septiembre 2025

Con Madre Mazzarello

Vivamos la Ecología del Corazón

¡Viva Jesús y María en nuestros corazones!

No se puede vivir en armonía con la creación sin estar en paz con el Creador, fuente y origen de todas las cosas.
Hoy la voz de la creación nos urge, alarmada, a regresar al lugar correcto en el orden natural, a recordar que somos parte, no dueños, de la red interconectada de la vida.

Cuando escuchamos hablar así, generalmente nos trasladamos a ideas de como dañamos nuestro entorno, y está bien pues lo incluye, pero la visión va aún más allá; Madre Mazzarello, acoge la invitación de cuidar nuestra casa común, iniciando por CULTIVAR, nuestro jardín interior, ella nos dice:

“Mira el jardín; debes comparar tu corazón con él. Si lo cultivamos bien, dará buenos frutos, pero si no vigilamos y lo cuidamos un poco cada día se llena de malas hierbas ¿no es así? Ánimo pues, miremos todos los días si hay algo que estorba, algún sentimiento, y si se encuentra se echa en santa paz»

(Madre Mazzarello Sabiduría de la vida, Carta #50)

Lo más importante es que procures tener bien arreglado el jardín de tu corazón. De vez en cuando echa una mirada para que las malas hierbas no sofocquen las plantas buenas, ya me entiendes…

(Madre Mazzarello Sabiduría de la vida, Carta58)

Hoy Madre Mazzarello nos quiere impulsar a colaborar con la casa común, iniciando por nuestra interioridad, armonía con nosotros para dar armonía a nuestro alrededor, la Madre propone algunos pasos:

Cultiva Tú jardín: Un aspecto que hay que considerar es el tiempo que se dispone para dedicarle al cuidado del jardín. ¿Dedicas tiempo a escucharte en tú interior?, ¿huyes de ti?, ¿cómo está en este momento tu interior? 

“Ánimo pues, miremos todos los días si hay algo que estorba”

(Madre Mazzarello Sabiduría de la vida, Carta #50)

Quita la maleza de tú jardín: Siempre es conveniente romper la costra superficial que se forma sobre la tierra, mediante un cavado ligero con una azada. Y arrancar la maleza. Para ello la Madre nos indica: “Con tranquilidad piensa que nuestros defectos son hierbas de nuestro huerto y hay que humillarse y combatirlos con valor.

(Madre Mazzarello Sabiduría de la vida, Carta #55)”

Sana tu corazón deja que el poder del Divino Jardinero sane, heridas, golpes y haga surgir la belleza que habita en ti. Pídeselo con insistencia.

Te proponemos, en este mes junto con la Madre, acciones concretas para cultivar tu jardín interior y así colaborar con la casa común:

Siembra actos de amor:

Cada día busca un gesto sencillo de bondad (una palabra de aliento, una ayuda silenciosa, una sonrisa compartida). Estas son las flores que embellecen tu jardín.

Arranca las malas hierbas de la negatividad:

Examina tu interior y procura quitar resentimientos, murmuraciones o juicios innecesarios. Sustitúyelos por comprensión y ternura.

Riega tu jardín con oración:

Dedica unos minutos diarios al silencio, a agradecer y a pedir al Espíritu Santo que te ilumine. El agua de la oración mantiene vivo el huerto interior.

Abona con gratitud y alegría salesiana:

Reconoce los dones que Dios te regala en la creación y en las personas que te rodean. La alegría auténtica es el mejor fertilizante del alma.

Cuida una relación herida:

Busca reconciliarte o dar un paso hacia la paz con alguien. El perdón es semilla fecunda que abre espacio a nuevas flores.

Planta la semilla del servicio:

Dedica tiempo a un gesto de solidaridad concreta (acompañar a alguien solo, colaborar en tu comunidad, cuidar la naturaleza).

Alegrémonos porque, en su amor, el Creador apoya nuestros humildes esfuerzos por la Tierra.

«Envía, Señor, tu Espíritu y renueva la faz de la tierra» (cf. Sal 104,30).

Encuentra más conmemoraciones

Descarga el PDF de esta conmemoración para imprimir

Comparte este artículo y sé parte de esta misión de paz.

Facebook
Twitter
Pinterest
WhatsApp
Email
error: Contenido protegido