¡Es tiempo de dar gracias a Dios, por todo lo vivido en este año!

¡Dios ha sido Fiel!

Cada año de vida que se va trae uno nuevo, pero algunas veces nos queda la sensación de que no alcanzamos a agradecer lo vivido. Ya que estamos viviendo a velocidad, no paramos, “no tenemos tiempo para lo importante”, o no nos damos la posibilidad a nosotros mismos de exprimir el jugo de muchas situaciones vividas en el año y que representan un valor significativo para la vida.

Alguno podrá decir que no fue un año significativo, otro que resultó el más importante de su vida. Lo cierto es que siempre hay cosas para agradecer o encontrarles el sentido… En fin, es una lista interminable de situaciones que habitaron nuestro calendario y merecen la pena que nos detengamos a verlas desde el corazón de Dios y considerarlas.

¿Por qué hacer un balance? ¿Qué consecuencias me trae el no hacer una reconsideración de lo vivido y tomarme el tiempo para ver más allá? quizá haya situaciones que se fueron muy rápido y no alcanzamos a atesorarlas en el corazón. Como sea, es imprescindible hacer balances y agradecer todo, incluso aquello que no logramos comprender ahora. Esta tarea se encumbra como una de las más importantes de nuestra vida por varias razones:

Porque volver sobre lo vivido trae un nuevo sentido a las cosas y nos permite descubrir muchos porqués a lo que nos pasa.

El gran secreto del sentido espiritual de una vida es que logra vincular todo desde los ojos de Dios y darle razón de ser, incluso a aquellas cosas que en su momento parecían absurdas.

Porque quien no se da cuenta de lo que ha recibido nunca podrá saber aquello que es capaz de dar.

Si no estamos preparados para recibir y agradecer no pensemos que podremos ofrecer algo de nosotros mismos.

Hacer un balance del año puede que no resulte tan fácil, por algunos riesgos que nosotros mismos provocamos:

1- Porque muchas veces nos convertimos en ‘fatalistas’ y comenzamos por todas las cosas negativas, lo que no hice, lo que me faltó, lo que no logré.

2- Porque nos podemos poner algo rebuscados y queremos abarcarlo todo y nos terminamos dispersando dejando pasar lo que en verdad importa.

El objetivo de todo esto es descubrir la mano de Dios en nuestras vidas, agradecerle y escucharle para seguir haciendo su Voluntad, sabiendo que ahí encontramos nuestra felicidad.

¡Buen agradecimiento y feliz 2025!

SIGAMOS ESTOS PASOS…

1- Escoge un tiempo y un lugar con paz, inicia mirando tu vida desde los ojos de Dios, con la Bondad, amor y misericordia de su amor.

2- Agradece por tu vida, transformando en oración lo que has vivido, así tal cual lo sentiste, experimentaste, sufriste o amaste.

3- Pide a la Virgen que Ella esté contigo en cada recuerdo que venga a ti.

4- Toma en tus manos tú Mapa de sueños ( https://essales.org/mapa-de-suenos/ ), si lo realizaste al inicio del año (sino, no te preocupes puedes dejarlo para el 2025) y busca RECORDAR (esto significa: volver al corazón) lo que deseabas y soñaste junto a Dios al inicio del año 2024.

5- No revuelvas y revuelvas pensamientos, momentos, personas y situaciones, sólo deja que fluya en tu mente, que el Espíritu Santo te ilumine y muestre, recuerda que estamos para agradecer y bendecir a Dios, por todo lo que llegó, así como llegó y se logró, y no olvides que decir “hubiera” no existe, pide a Dios mirar como él tus situaciones.