Oraciones para Bendecir la Mesa en Adviento y Navidad
En tiempos donde el ritmo de vida nos corre y nos dispersa, orar en familia se convierte en un espacio de encuentro, calma y conexión auténtica. No se trata solo de rezar: es detenernos, mirarnos, escucharnos y recordar que la fe se vive juntos.
Te proponemos estas oraciones que te acompañarán cada domingo de Adviento, en Navidad y en la Epifanía.
Primer Domingo de adviento: Oración para bendecir la mesa
Señor, que nos regalas este día de fiesta,
te deseamos cerca de nosotros mientras compartimos el alimento de esta mesa.
Ayúdanos a encender la verdadera paz en nuestros corazones, a menudo inquietos.
Da a nuestro ánimo la paz del mar: a veces agitado en la superficie,
pero tranquilo en lo profundo.
Haz que esta paz pueda hacer sonreír nuestros corazones,
incluso durante las tribulaciones de la vida.
Ayúdanos a vivir con esta paz:
en el corazón, en la conciencia,
en la familia, en la comunidad.
Danos la fuerza de abandonar el egoísmo,
para abrazar la fraternidad y la justicia.
Tu presencia en nuestros corazones
nos conceda alegría y verdadera paz.
Amén.
Gesto en familia
Se puede elegir un lugar de la casa donde colocar un cartel,
llamado “Espacio de la gratitud” (mejor aún si se prepara juntos).
Al finalizar la oración de este primer domingo, todos los miembros de la familia
están invitados a escribir (directamente o con notas adhesivas) pensamientos
que tengan como único denominador la positividad y el agradecimiento.
Este gesto puede repetirse por la noche en los días siguientes,
según lo vivido durante la jornada.
Segundo domingo de adviento: Oración para bendecir la mesa
Señor Jesús,
que vienes como Luz al mundo,
enciende la paz en nuestra familia.
Haznos capaces de escuchar y de perdonar,
danos palabras que construyan
y manos que abracen.
Haz que cada comida compartida
sea signo de unidad y gratitud.
En esta segunda semana de Adviento,
ilumina nuestros corazones con tu presencia.
Apaga toda discordia
y enciende la paz entre nosotros.
Amén.
Gesto en familia
Elegir un momento del día para escucharse de verdad, sin distracciones.
Cada día, por turnos, un miembro de la familia comparte algo que lleva en el corazón
—una alegría, una dificultad, un deseo—
mientras los demás escuchan en silencio, sin juzgar ni interrumpir.
Tercer domingo de adviento: Oración para bendecir la mesa
Señor, concede tu paz a nuestra comunidad,
para que pueda ser cada vez más
un signo visible
de un camino vivido en unidad.
Danos la capacidad de reconocer
lo que nos une
y sostennos en el compromiso de superar,
con amor fraterno,
lo que nos divide.
Amén.
Gesto en familia
Tomamos conciencia de que la comunidad es el lugar donde el Padre nos une.
En la diversidad de dones y talentos, comprometámonos a promover armonía y colaboración entre los grupos.
Cada miembro de la familia escribe en un papel el nombre de un grupo de servicio
o asociación de voluntariado (de la parroquia o un grupo digital), lo lee en voz alta y agradece al Señor
por su presencia de llevar el bien a otros.
Cuarto domingo de adviento: Oración para bendecir la mesa
Señor, en esta época
marcada por la violencia de la guerra
y la brutalidad en las relaciones,
ayuda a nosotros, los cristianos, a ser mansos,
a redescubrir la verdadera alegría
en la caridad y en la cercanía al prójimo.
Con la fuerza de los pequeños gestos y la oración,
podemos ayudar a quienes, cada día,
nos piden auxilio en el silencio del sufrimiento.
«Bienaventurados los mansos,
porque heredarán la tierra.»
Amén.
Gesto en familia
Tomarse de las manos alrededor de la mesa durante la oración.
Al finalizar, intercambiar un pequeño gesto: un abrazo, una caricia, una sonrisa,
un signo de paz…
Bendición de la mesa en Navidad
Señor, Dios de la vida,
en este día de Navidad
escucha nuestra oración:
Nuestros esfuerzos de paz no bastan sin Ti.
Enciende en los corazones de las familias tu luz,
haz que cada hogar sea signo de esperanza.
Danos una paz desarmada y desarmante,
no victoria de algunos, sino abrazo de todos.
Haznos capaces de perdonar y recomenzar,
de elegir el amor en lugar del miedo,
la mansedumbre en lugar de la fuerza.
Acuérdate, Señor, de los pobres y los refugiados,
de las víctimas de guerras y de injusticias.
Sostén a quien llora y a quien huye,
ilumina las tinieblas del dolor,
lleva consuelo donde reina el llanto.
María, Reina de la Paz, ruega por nosotros:
enséñanos tu confianza y tu silencio fecundo.
Haznos vigilantes y generosos, constructores de puentes,
danos paciencia, coraje y escucha,
para que en todo el mundo se encienda la Paz.
Gesto en familia
Encender juntos una vela frente al pesebre y rezar:
“Señor Jesús, enciende en nosotros tu Paz.”
Luego, cada uno expresa un “gracias” y un deseo de paz
para el año que inicia.
Oración para bendecir la mesa en Epifanía
Señor, alrededor de esta mesa
te alabamos por el don de la vida
y del amor que nos une.
Te confiamos a las familias
que lloran y sufren por la guerra:
consuela sus corazones,
protege a los niños,
da esperanza a los padres.
Haz de nosotros semillas de paz
en nuestros hogares
y luz de esperanza para el mundo.
Amén.
Gesto en familia
Cada noche, después de la cena, rezar juntos recordando
una situación concreta de conflicto en alguna parte del mundo,
buscada y profundizada en familia.
Recordar especialmente a las familias que han perdido a sus seres queridos.