Continuamos junto a Jesús caminando hacia el Calvario, hacia la conversión, hacia un cambio en nuestras vidas, vivir el Viacrucis con el Señor es ir a su lado, no sólo de espectadores, sino dando una mano, evitando ser jueces de los demás, es tener misericordia con los hermanos, como lo es con nosotros el Señor nuestro Dios cada día de nuestras vidas. Dispongámonos a convertir nuestro caminar, nuestra vida, con el corazón y la mirada puestos en Jesús.