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«Esta devoción gozaba de las simpatías de Don Bosco desde su juventud. Quizá la aprendió de mamá Margarita.
DB escribió un opúsculo 📕 en 1844, tenía el siguiente prólogo: «El fin es facilitar el recuerdo y la meditación de los acervos dolores del tierno Corazón❤ de María, es cosa a Ella muy agradable…».
Las Hijas de la Inmaculada con MM daban ya culto a la Dolorosa, como es sabido: delante de su imagen, expuesta en la capilla de casa Pestarino, habían recibido la medalla de Hijas de María 🏅y habían volcado su corazón en suave ternura filial a la Reina del Cielo.
Delante de aquella hermosa imagen se turnaban en la vela dolorosa …
fidelísimas al rezo ¿Cómo no les iba a gustar ahora hacer cada día, en siete horas distintas,🕰 la conmemoración especial de los dolores que tanto martirizaron el corazón de la Madre divina?
Y con cuánto fervor🙏🏻 añadían después la breve oración, «Eterno Padre, os ofrecemos…» etc., tan grata al corazón cristiano. (Cronohistoria 1 – MM Pág, 146)