Este año que finaliza es un camino recorrido que ha dejado huella en nuestras vidas, hemos
vivido, alegrías, tristezas, aciertos y desaciertos. Pero lo que tenemos que dar por seguro,
es que Cristo Palabra de vida se ha hecho carne y que habita entre nosotros, esa palabra,
es nada menos que ese pequeño Niño que ha nacido y nos guía, que desde su sencillez
nos invita a seguirle y a dejar atrás todo aquello que nos ata y nos complica.