Día 1 Novena al Espíritu Santo
Esperanza que transforma
Todos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Padre nuestro…
Oración por los siete dones del Espíritu Santo
Oh, Señor Jesucristo,
que antes de ascender al cielo prometiste enviar al Espíritu Santo
para completar tu obra en las almas de tus Apóstoles y discípulos,
dígnate concedernos el mismo Espíritu Santo para que Él perfeccione en nuestras almas
la obra de tu gracia y de tu amor.
Concédenos:
el Espíritu de Sabiduría para aspirar a lo eterno,
el Espíritu de Entendimiento para abrazar tu verdad,
el Espíritu de Consejo para caminar con rectitud,
el Espíritu de Fortaleza para resistir en la lucha,
el Espíritu de Ciencia para reconocerte en todo,
el Espíritu de Piedad para amarte filialmente,
y el Espíritu de Temor de Dios para vivir con humildad y reverencia.
Sella, Señor, nuestro corazón con tu Espíritu,
y anímanos a seguirte con alegría. Amén.
Cita Biblica
“Que el Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en la fe, para que abunden en esperanza por el poder del Espíritu Santo.”
— Romanos 15,13
Reflexión

¿Cuántas veces sentimos que todo a nuestro alrededor se tambalea?
Noticias tristes, problemas personales, incertidumbres… A veces pareciera que la esperanza se nos va de las manos. Pero el Espíritu Santo no se ha ido. Él está ahí, esperando que lo invoquemos.
Él es el gran consolador, el dador de vida nueva. Hoy comenzamos esta novena no desde la perfección, sino desde nuestra realidad: esa mezcla de dudas, cansancio, sueños y fe.
El Espíritu Santo viene no para juzgar, sino para renovar. Nos recuerda que, aun en el caos, Dios sigue escribiendo historias de amor. Y nos invita a abrirle el corazón, a confiar, a caminar con fe.
Este primer día es una promesa: la esperanza no defrauda, porque es Dios quien la siembra. Caminemos juntos estos nueve días con el deseo profundo de dejarnos transformar.
Petición del día
Espíritu Santo,
ven a mi vida.
Ven a nuestro mundo herido.
Aviva nuestra esperanza,
enséñanos a confiar cuando no vemos,
y a esperar cuando todo parece perdido.
Oración Final
Ven, Espíritu Santo,
esperanza que transforma,
entra en cada rincón de nuestra alma,
renueva lo seco, cura lo roto, enciende lo dormido.
Danos tu luz para vivir, tu fuego para amar,
y tu fuerza para seguir adelante, con fe y con alegría.
María, Auxilio de los Cristianos,
camina con nosotros.
Amén.
Todos:
María Auxilio de los Cristianos
Ruega por nosotros.