Conmemoración Madre Mazzarello diciembre 2025
Madre Mazzarello: Alegría Fuerte para Tiempos Difíciles
¡Viva Jesús y María en nuestros corazones!
El Adviento ya está aquí a la espera del Niño Dios. Sin embargo, esta espera a menudo contrasta con el ritmo frenético y el estrés de nuestra vida diaria. ¿Quién no se ha sentido dividido por esta tensión?
Nuestro deseo es preparar el corazón con paz, alegría y serenidad para la llegada del Niño Jesús, pero nos encontramos luchando contra presiones, sentimientos de soledad y conflictos.
Es fundamental recordar que la fe no debe ser una carga adicional, sino una fuente de fortaleza que se integre plenamente en nuestro día a día.
Te invitamos a que este Adviento marque un verdadero cambio en nuestras vidas. Dejemos que nos inspire Santa María Mazzarello, un faro de paz, de espera confiada y de una alegría inquebrantable. ¿Cómo vamos caminando personalmente hacia Belén?
Una alegría que brota de la paz interior
Madre Mazzarello repetía que “la alegría es el reflejo de un corazón que ama mucho al Señor”. Y tenía razón. Muchas veces la verdadera tensión no está afuera, sino dentro: ruido vs. silencio, miedo vs. confianza, cansancio vs. esperanza.
Por eso, Adviento nos invita a detenernos, a respirar, a recuperar un espacio interior donde Dios pueda hablarnos. Jesús nos lo recuerda:
“Mi paz les dejo, mi paz les doy” (Jn 14,27).
La alegría fuerte de Madre Mazzarello nace ahí: en un corazón que elige confiar, abandonarse aunque la vida no esté perfecta. En un alma que se deja acompañar por Dios en lo pequeño y cotidiano.
La Paz Interior ante la Contradicción
María Mazzarello conoció las contradicciones de la vida: pobreza extrema y fervor incontenible; críticas amargas y celo apostólico. Sin embargo, su comunidad en Mornés resonaba con alegría y sencillez de corazón, asombrando a quienes las observaban.
¿Cuál era el secreto de su Paz Interior? La certeza de que el Señor es el centro de su vida y que la Humildad es la clave para la serenidad. Ella sabía que las penas y dificultades son inherentes a la existencia, pero que “con Jesús, las cargas se hacen ligeras, las fatigas suaves y las espinas se convierten en dulzuras” (Cartas MM #22,21).
Para fomentar la Paz Interior y promover la Esperanza Cristiana en este tiempo de espera, te proponemos dos acciones concretas
Fomentar el Equilibrio Emocional
Práctica el abandono confiado. Madre Mazzarello nos dice: “No vivas con el corazón encogido, sino con un corazón generoso, grande y sin temores”. La Humildad nos permite reconocer que no somos capaces de nada por nosotros mismos, pero que la mano de Dios actúa en nosotros. Así, dejamos espacio para que el Espíritu nos guíe.
Promover la Reconciliación
La alegría salesiana se nutre del perdón. Ella nos recuerda que la caridad (el amor a Dios) exige reconciliación. El camino hacia la perfección implica luchar contra los defectos, pero si caemos, nos levantamos con humildad y seguimos adelante con corazón grande y generoso. Busquemos la paz con Dios a través del sacramento de la Reconciliación, y con los demás a través de la caridad, el perdón y la franqueza.
San Pablo lo expresa con claridad:
“En cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos” (Rm 12,18).
Cuando vivimos así, permitimos que “la paz toque la tierra” a través de nuestra vida cotidiana.
Madre Mazzarello nos enseña que la verdadera alegría no depende del estado del mundo… sino del estado del corazón. Y Adviento es el momento perfecto para encender esa alegría fuerte que nos sostiene, nos humaniza y nos acerca más a Dios y a los demás.
Si este mensaje tocó tu corazón, ¡Comparte esta Alegría! con alguien que hoy necesite paz.
Caminemos juntos hacia la Navidad, con las manos llenas de paz.