Recordemos a Madre Mazzarello marzo 2025
Madre Mazzarello siempre buscó la “GRACIA DE DIOS”
¿Sabías que María Mazzarello experimentó al inicio de su vida “ una dificultad con el sacramento de la reconciliación” ?
sigue leyendo y conoce cómo logró superarlo…
Los padres de María Mazzarello, la formaron en una vida de fe sencilla pero profunda.
Su madre, en particular, cuando era aún pequeña la llevaba a misa y la invitaba a confesarse, esto le resultaba difícil: “Lo que más le costó a la niña fue confesarse. El motivo no era porque sintiera que tenía defectos en su conciencia que la humillaran; sino debido a la natural renuencia de su espíritu a mostrarse. […] Sí, el sermón y la confesión le eran motivo de aburrimiento y de disgusto, motivado posiblemente por el sacrificio que requerían. (Cfr. Cronohistoria 1, pág. 29)
Pero su madre Magdalena, que se confesaba en cada solemnidad de la iglesia, encontró muy normal preparar a su hija para que la imitara. Así, María debía triunfar sobre esta rechazo, y sobre la dificultad de abrirse en la confesión, y hablar de sí misma. Se menciona que la presencia de su madre fue un gran ejemplo y la ayudó a superar la dificultad para confesarse, aprendiendo de ella a prepararse y a celebrar el sacramento. Aunque esta dificultad para abrirse y hablar de sí misma persistirá a lo largo de su vida. (Cfr. Cronohistoria 1, pág. 29)
La GRACIA se fortalece y manifiesta a través de los sacramentos.
Madre Mazzarello, poco a poco comprendió la importancia de vivir en Gracia de Dios y fue iniciada en una intensa vida sacramental por Don Pestarino.
Sor Enriqueta Sorbone testifica que era admirable ver a Madre Mazzarello: “con qué sentimientos se acercaba al Sacramento de la confesión creo que puedo deducirlo de las recomendaciones que nos hacía a nosotras, Ella insistía en:
La “importancia de la sinceridad y la franqueza al acercarse a este sacramento” .
No quería que las personas se confesaran por costumbre, sino con una verdadera humildad y un reconocimiento honesto de sus propias limitaciones.
Para Madre Mazzarello, llevar el dolor de los propios pecados a la confesión era fundamental, viéndolo como un paso necesario para la sanación espiritual.
Para Madre Mazzarello, la confesión no era un mero trámite, sino un “encuentro vital con la misericordia de Dios y una oportunidad crucial para el crecimiento interior”
Según ella, la verdadera transformación provenía del corazón, y la confesión era un medio privilegiado para “examinar la conciencia, reconocer las faltas y fortalecer la voluntad de vivir según el Evangelio”.
Las palabras de la madre Mazzarello son inequívocas: “No pretendemos hijas sin defectos, pero no queremos que hagan las paces con ellos” (MACCONO, Santa I y cf. C 14,4)
En esta cuaresma ¿has logrado vivir ya el sacramento de la reconciliación y poner tu corazón en GRACIA DE DIOS?
