ConmemoraciónMadre Mazzarello Agosto 2025
¿Paz en el Caos?
El Sorprendente Legado de Madre Mazzarello
En un mundo que a menudo parece devorado por la prisa, la división y el ruido, encontrar la paz y sembrarla en nuestros entornos se ha vuelto una urgencia. Nos preguntamos: ¿es posible ser un sembrador de paz en medio de las pruebas? La vida de María Mazzarello hoy nos habla del caos y de cómo…surge la paz, sigue leyendo que ella misma nos lo contará con su vida.
Cuando el corazón late fuerte…María Mazzarello sabía lo que era el conflicto. No nació en tiempos tranquilos ni en una realidad fácil, nació en 1837 en Mornés, un pequeño pueblo del Piamonte italiano marcado por la pobreza rural y las consecuencias de las guerras napoleónicas.

Su familia, campesina, alquilaba terrenos y vivía de cultivar las vides, un trabajo duro y austero. La región atravesaba también conflictos políticos tras la unificación italiana, con tensiones entre Iglesia y Estado. Además, la situación de las mujeres era muy limitada, sin acceso a educación ni protagonismo social. En este contexto adverso, es donde Maín (Madre Mazzarello) crece, ella supo lo que era sentirse incomprendida, limitada y exigida. Sin embargo, su respuesta no fue la que muchos “normalmente justifican”: ni queja, ni resignación. Fue de fe, paz, valentía y progreso.
Madre Mazzarello: Una Vida Tejida entre Tormentas y Serenos Amaneceres
La existencia de Madre Mazzarello estuvo lejos de ser un camino fácil. Enfrentó momentos de serios conflictos que, lejos de quebrantarla, la moldearon y revelaron su profunda fortaleza y sabiduría recordemos algunos momentos:
- Cuando te toca estar en medio del conflicto:
En 1860, durante una epidemia de tifus en Mornés, María Mazzarello contrajo la enfermedad mientras cuidaba a sus tíos enfermos. Estuvo al borde de la muerte, pero afrontó ese momento con profunda fe y una paz conmovedora. En medio de su malestar no pensaba en ella al ver la angustia de sus padres, que lamentaban haberle permitido exponerse, les respondió con serenidad y dando ánimo: “No lloréis, hagamos con mérito la voluntad de Dios. ¡Él nos premiará!”. Agradecida, también defendía a Don Pestarino de cualquier represalía de sus padres repitiendo: “¡Cuánto bien ha hecho! Todos le debemos estar agradecidos”.
(Cfr. Cronohistoria #1 pág 77)

- Cuando se te cambian todos tus planes:
Las secuelas de la enfermedad le impidieron a Maín (Madre Mazzarello) seguir trabajando en el campo y le tocó vivir una crisis de sentido de vida y purificación un periodo de incertidumbre y gran paciencia donde Dios la «despojó de sus planes» para reorientar su vida. Sin perder su paz interior, buscó la voluntad de Dios, hasta que escuchó que la Virgen le pedía cuidar a las jóvenes: “a tí te las confío” , ¿cómo responder a está misión? ¿ por dónde empezar?
- Cuando tu propia familia no comprende, ni apoya:
Su propia madre, preocupada por su futuro, la instaba a casarse, temiendo que «pasaría hambre» Sin embargo, María confiaba en que «el Señor proveería»… por otra parte las cuñadas de Petronila (amiga de Main con la que fundó el taller de costura) veían con malos ojos que ella no aportase nada a la casa, y los de María Mazzarello hubieran preferido que probara a ver si podía ayudarles como antes en los trabajos del campo. El padre zanjó la cuestión ordenando que la dejaran libre de hacer como mejor le pareciera delante de Dios, y un hermano de Petronila, secretamente, se comprometió a pasar a su hermana cinco liras al mes, para que ella después se las entregara, en presencia de sus cuñadas, como fruto de su trabajo. (Cfr. Cronohistoria #1 pág 90)
Cuando llega la burla y las habladurías:
1860-1861 Inmediatamente después de Pascua, los mornesinos se rieron de la novedad: ¡María Mazzarello y Petronila, dos Hijas de la Inmaculada, en el taller del [sastre] el señor Campi! ¿Qué se proponían? ¿Es que no tenían ya ganas de ser campesinas y se ponían a coser? Y las miraban de soslayo con aire entre incrédulo y burlón; pero ellas no se daban por aludidas y, con la cabeza inclinada sobre el trabajo, no se preocupaban ni de las personas ni de las habladurías. (Cronohistoria 1, pág 85)
Cuando te amenazan y hay violencia:
Durante el carnaval en Mornés, María Mazzarello percibió el riesgo moral que implicaban los bailes del pueblo para las jóvenes. Inspirada por Don Bosco y con el apoyo de Don Pestarino, creó una alternativa sana en el taller: organizó bailes alegres, sin pecado, con música, oración y meriendas. Las jóvenes y sus familias preferían esa alegría sana, lo que provocó el enojo de algunos jóvenes del pueblo que acordaron esperar a las muchachas a la salida del taller y, primero por las buenas y después con amenazas, conseguir que no volvieran a bailar a casa de «María la de la Valponasca». María Mazzarello, firme y valiente, las animó a seguir por el camino del bien, sembrando paz y alegría sin miedo.( Cfr. Cronohistoria 1, pág 107)
Y podríamos seguir con muchas situaciones más, que a María Mazzarello le tocó enfrentar a lo largo de su vida..
La Paz que Nace del Desafío
La vida de Madre Mazzarello nos enseña que la paz no es la ausencia de conflicto, sino la capacidad de armonizar las contradicciones, con la ayuda del Señor. ¿Cómo podemos nosotros, aplicar esta forma salesiana en nuestro día a día para vivir con mayor paz?
Iniciemos recordando que educar a la paz no es mandar. Educar a la paz es formar el corazón, acompañar procesos, estar cerca en los momentos de caos. Madre Mazzarello lo hizo, incluso cuando sus fuerzas eran pocas. Enseñó con el ejemplo, animó desde la ternura, corrigió desde el amor. Su paz no era ausencia de problemas, era presencia de Dios.
«Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.» — (Mateo 5,9)
Hoy más que nunca, educar con paz es una forma de resistencia al ruido, al individualismo, a la desesperanza. ¡Y lo podemos hacer!
- Con palabras que animan, no que hieren, ni gritan, ni insultan.
- Con rutinas que generan orden interior.
- Con fe y oración en que cada persona puede cambiar.
- Con la ayuda de María, Auxiliadora de la paz.

La paz no se impone: se contagia.
Madre Mazzarello transformó Mornés, su pequeño mundo. Y nosotros, desde nuestro hogar o comunidad, también podemos transformar el nuestro.
Si hoy elegimos responder con paz, si sembramos esperanza, si educamos con firmeza y ternura, seremos reflejo de esa santidad cotidiana que nos regaló Madre Mazzarello.
Que su ejemplo nos inspire, que su vida nos cuestione, que su paz nos impulse.
Oremos:
Señor, inspirados por el ejemplo de Madre Mazzarello,
te pedimos que nos hagas educadores de paz
y sembradores de esperanza en el mundo de hoy.
Que, como ella, podamos armonizar nuestras contradicciones y desafíos,
transformando los conflictos en oportunidades de crecimiento y comunión.
Que nuestro corazón, lleno de tu amor,
se convierta en un faro que ilumine el camino de los jóvenes y las familias,
guiándolos hacia la plenitud de vida. Amén.
✨ Llamado a la acción:
📅 Hoy mismo, elige un gesto de paz para vivir en tu casa.
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