Novena en honor a San Juan Bosco
Noveno Día
Por la señal de la Santa Cruz
de nuestros enemigos
líbranos, Señor, Dios nuestro
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
San Juan Bosco hijo fiel de María Auxiliadora
Oración Inicial
Oh, Padre Misericordioso, que hiciste de Don Bosco hijo fiel de María Auxiliadora, ayúdanos a que Ella sea para nosotros, como lo fue para él Madre y Maestra y que podamos decir en todo momento de nuestra vida: “Ella lo ha hecho todo”
Amén
Don Bosco demostró ser un hijo fiel y amante de María Auxiliadora a lo largo de su vida, reconociéndola como su Madre y Maestra su apoyo fundamental en su misión.
Su devoción mariana no era solo una práctica piadosa, sino una experiencia viva y transformadora que permeó su espiritualidad y su obra.
Don Bosco veía a María como la Madre que lo conducía a su Hijo, Jesús. Desde su infancia, en el sueño de los nueve años, María se le presentó como su Maestra y guía, pidiéndole que se hiciera humilde, fuerte y robusto con la obediencia y la ciencia, y recomendándole siempre la bondad.
Esté sueño marcó profundamente su vida y su relación con la Virgen, a quien recurrió en todo momento.
La confianza total de Don Bosco en María Auxiliadora se manifestó en la fundación de la Congregación Salesiana
Don Bosco sabía que era Ella quien lo hace todo.
y se esforzó por difundir la devoción a María Auxiliadora, animando a sus devotos a honrarla con la santidad de vida y con la caridad.
Don Bosco promovía una relación filial con María, animando a sus jóvenes a llamarla «mamá» y a confiar en su amor y protección.
Dice Isaías 41, 10
«No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.»
Pide la gracia que deseas alcanzar de Don Bosco en esta novena.
Padre Nuestro
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Amén.
Ave María
Dios te salve, María,
llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Gloria
Gloria al Padre
y al Hijo
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Oración final
A ti, Don Bosco, dirigimos nuestra oración;
Tú eres el Padre, Maestro y Amigo de los jóvenes:
Mira nuestras vidas, nuestros sueños y nuestros miedos,
Enséñanos a mirar al Cielo,
hacia Jesús y María, para que la fe crezca en nosotros.
Caminemos con los pies en la tierra,
Al servicio de los jóvenes más pobres,
amando concretamente a cada persona que conocemos.
Concédenos regocijarnos y estar siempre alegres.
con una vida sin pecado;
Pasemos por las pruebas de la vida.
con la esperanza que inspiró su trabajo.
Enciende en nuestros corazones el deseo de santidad
y ayúdanos a reconocer el sueño que Dios tiene para nosotros.
Amén
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.