Novena en honor al Sagrado Corazón de Jesús
Octavo Día
Por la señal de la Santa Cruz
de nuestros enemigos
líbranos, Señor, Dios nuestro
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo
Corazón de Jesús que nos acompañas
Oración Inicial
Divino Corazón de Jesús, te ofrezco, por el Inmaculado Corazón de María,
en unión con el sacrificio eucarístico, las oraciones y las acciones, las alegrías y los sufrimientos de
Este día, en reparación por los pecados y por la salvación de todos las personas, en gracia del Espíritu Santo, para gloria del divino Padre.
Te las ofrezco en particular según las intenciones del Papa y para el bien de la Santa Iglesia.
Amén
(Apostolado de la Oración)

Jesús nos acompaña siempre
«Toda persona necesita tener un “centro” de su vida, un manantial de verdad y de bondad del cual tomar para afrontar las diversas situaciones y la fatiga de la vida diaria. Cada uno de nosotros, cuando se queda en silencio, no sólo necesita sentir los latidos de su corazón, sino también, más en profundidad, el pulso de una presencia fiable, perceptible con los sentidos de la fe y, sin embargo, mucho más real:
la presencia de Cristo, corazón del mundo».
(Dilexit nos #81)
Dice 1 Tesalonicenses 5, 16-18
Estén siempre alegres.
Oren constantemente.
En todo den gracias, pues esto es lo que Dios, en Cristo Jesús, quiere de ustedes.
Dice Mateo 25,40
«En verdad les digo que cuanto hicieron a uno de estos hermanos míos, más pequeños, a mí me lo hicieron.»
Pide la gracia que deseas alcanzar del Corazón de Jesús en esta novena
Padre Nuestro
Padre nuestro que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación, y líbranos del mal.
Amén.
Ave María
Dios te salve, María,
llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Gloria
Gloria al Padre
y al Hijo
y al Espíritu Santo.
Como era en el principio,
ahora y siempre,
por los siglos de los siglos.
Amén.
Oración final
¡Oh Corazón de Jesús! Pongo toda mi confianza en Ti.
De mi debilidad todo lo temo, pero todo lo espero de tu bondad.
A tu Corazón confío…
¡Jesús mío!, yo cuento contigo, me fío de Ti, descanso en Ti.
¡Estoy seguro en tu Corazón!

María Auxilio de los Cristianos,
Ruega por nosotros.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.