JUEVES SANTO

Abuelos, “oxígeno” de la familia.

Nos jubilamos hace dos años y, justo cuando comenzábamos a imaginar cómo gastaríamos las energías, nos llegó la noticia del despido de nuestro yerno. Estamos asistiendo a la crisis del matrimonio de nuestra hija mayor. 

Los nietos empezaron a inundar de vida y confusión nuestra casa, como no ocurría desde que eran pequeños nuestros tres hijos, y esto ya no sólo los domingos. Pusimos en el coche un portabebés y compramos una pizarra para escribir los compromisos de nuestros cinco nietos, sin correr el riesgo de olvidarnos de algo. 

Nuestros músculos ya no son los de antes, pero el bagaje de experiencias nos hace más dóciles a la vida respecto a cuando teníamos la fuerza de correr. La cruz de la precariedad de las familias y del trabajo nos preocupa. Y hoy, que naturalmente nos sentiríamos inclinados a ocuparnos de nuestros cansancios y del innegable miedo a la muerte, nos vemos cargados con una cruz inesperada, puesta sobre nuestras espaldas a pesar nuestro. El paso a menudo se hace lento y en la noche, después de haber sonreído, nos encontramos llorando de compasión.

Pero ser “oxígeno” para las familias de nuestros hijos es un don que nos vuelve a llevar a las emociones que experimentábamos cuando eran pequeños. Nunca se deja de ser mamá y papá.

Simón Pedro, le dijo: «Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?»

Jesús le replicó: «Lo que yo hago tú no lo entiendes ahora, pero lo comprenderás más tarde.»

Pedro le dijo: «No me lavarás los pies jamás.»

Jesús le contestó: «Si no te lavo, no tienes nada que ver conmigo.» (Juan 13, 1-15)

EL AMOR EXTREMO supera el sufrimiento

El jueves santo es el día del amor hasta el extremo, el día de inclinarse para lavar los pies sucios y  cansados, el día de agradecer el don sacerdotal. 

Hoy es el día de amar hasta el extremo, aunque no entendamos la acción de Dios, a quien ama no le hace falta entender, es día de conocer y confíar en la voluntad del Señor, amar lo que Él pide y entregarnos sin medida, sin límite.

Hoy en día tantos abuelos se inclinan a lavar los pies de sus nietos, a sostener los hogares de sus hijos, no importando sus achaques, es amor extremo, hoy en día encontramos a Cristo inclinándose hacia nosotros para lavarnos los pies ¿lo has reconocido?, ¿ se lo has permitido?

Todo sufrimiento se supera cuando amamos y nos dejamos amar.

En este día entendemos quién es Jesús 

Se deja besar por quienes lo traicionan. 

No toca a nadie, se parte a sí mismo. 

Él no derrama la sangre de nadie, derrama su propia sangre. 

Él no sacrifica a nadie, se sacrifica a sí mismo.

Jesús no escapó a la crisis, la afrontó. 

Él tomó sobre sí la traición, el  fracaso humano y la incomprensión de los suyos, y en lugar de juzgarlos, acusarlos, en cambio de reprocharles o  mandarlos a casa, al lago, a la oficina de impuestos, a los barcos, porque no entendían, inventa algo para educarlos nuevamente, para ayudarlos a comprender para hacerlos salir, los ama hasta el extremo.

Podría haberlos abandonado y empezar de nuevo en otro lugar. En lugar de eso, él dice: Tú me abandonas y yo me pongo en tus manos. Me entregas para que me maten y yo me entrego a ti. 

Cuando ya no esté aquí, todavía podréis comer y beber mí cuerpo y sangre. 

Es ¡la inmensa vulnerabilidad y la grandeza del amor de Dios!”

EN MI JUEVES SANTO SEÑOR, YO TAMBIÉN QUIERO:

  • CONMEMORAR La Eucaristía más hermosa de mi vida ¿que ha sido ___________?
  • ESCRIBIR  AMAR HASTA EL EXTREMO  una y otra vez de forma creativa en una página
    • ¿Quién es el que lava tus pies en estos momentos de tu vida?
    • y ¿Tú lavas los pies de alguien? 
    • ¿A quien necesitas amar hasta el extremo?

Repite esta frase durante el día…

Espero contra toda esperanza, la pascua está cerca

Oremos con este canto...

¡No te pierdas más contenido como este!